Por si no lo sabías, una administración de fincas en Gijón dedicada al alquiler cuenta con una serie de obligaciones específicas que se diferencian de las habituales de un profesional de este perfil que gestiona otras propiedades privadas.
Entre las más significativas se encuentran la redacción de los contratos de alquiler, la gestión del cobro de la renta a los inquilinos y su liquidación con los propietarios, la actualización anual de dicha renta o la búsqueda y análisis de la situación financiera de los inquilinos que vayan a entrar a vivir en las fincas que gestione el administrador responsable.
De igual manera, una administración de fincas en Gijón tiene que ejercer de mediador en las cuestiones que puedan llegar a surgir entre ambas partes, a saber, el arrendador y el arrendatario. Por ejemplo, si se produce cualquier desperfecto en la vivienda, es este profesional quien ha de determinar a quién corresponde su arreglo, o si el inquilino deja de pagar la renta, está en la obligación de poner en marcha los procesos legales indicados para tal situación con el fin de defender los intereses del propietario.
Este gestor también debe ser el intermediario entre los propietarios y los trabajadores, si los hubiere, que se encarguen del mantenimiento de la finca o comunidad de vecinos. Es quien tiene que entablar las relaciones laborales pertinentes y todas las obligaciones que de ellas se deriven.
El administrador tendrá que estar al tanto de los presupuestos de la comunidad que representa y encargarse de realizar las obras de mejora o mantenimiento que resulten oportunas.
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